El objetivo del tratamiento de la artritis es controlar el dolor, minimizar el daño articular y mejorar o mantener la función física y la calidad de vida. En los tipos inflamatorios de artritis, también es importante controlar la inflamación. Según el Colegio Americano de Reumatología, el tratamiento de la artritis puede incluir medicamentos, terapias no farmacológicas como la fisioterapia o la educación del paciente, y a veces la cirugía. También es muy importante controlar los síntomas de la artritis.